martes, 22 de septiembre de 2009

LIDERAZGO DESDE LA ESCUELA


Perseverancia, esfuerzo y constante dedicación; es la clave de un liderazgo proactivo en base a una visión positivista generada para el cambio y la mejora total.

Todo se basa en una pequeña, semilla, que con el debido cuidado llegará a ser el fruto de una asertiva actividad. Así somos cada uno de nosotros, una fuente de grandes proporcionalidades constadas por valores y productivos objetivos, que a corto, mediano o largo plazo permitirán el desarrollo interno y externo de manera individual y colectiva.

La expresión del líder en la escuela, es el reflejo de su mundo interior, basado en el constante surgimiento de metas y proyectos en función a una mejora personal y grupal. Se debe caracterizar por ser una virtuosa fuente de calor, color y vida, generada por el determinado aspecto del que se caracteriza, para lograr persuadir, orientar, controlar y planificar sus obras y alcanzar las metas propuestas.
El poder de los líderes estudiantiles y la influencia que ejercen sobre sus compañeros son claves en la resolución de conflictos en centros educativos, es entonces que debemos desarrollar medidas que permitan solucionar los problemas que se puedan presentar en nuestro entorno con una determinada actitud de solución y mejora. Es entonces que en ese punto juegan un papel fundamental los líderes que al ser aceptados por la mayoría tienen la garantía de que sus decisiones también sean aceptadas por los demás gracias a su correcto carácter que guía a todos por el camino de lo anhelado.

La intención de convertirse en puentes entre el poder y sus compañeros es otro de los aspectos destacables en este tipo de personas que ven su liderazgo como una forma de desarrollo personal y de fomento de su creatividad teniendo como objetivo principal formar mediante “el conocimiento, la reflexión y la práctica” a estudiantes que están llamados a ejercer el liderazgo proactivo.

Sabemos que somos el cambio, el camino de las oportunidades que consta de aprendizajes constantes para aprender lo que nos llegue a afrontar en el sendero de la vida, no debemos frustrarnos en el primer ni en ningún intento, comencemos a construir la estructura base que de estabilidad y firmeza al sentido de nuestra vida.

Debemos empezar a desarrollarnos como líderes activos en función a un desarrollo total, que no solo nos permita como personas, sino como forjadores de un mejor mañana, conllevando con el constante esfuerzo, la dedicación inigualable y el desempeño incalculable, los cuales juntos forman la estructura de un sentido en nuestras vidas, los cuales unidos dan la razón causante de un mejor porvenir.


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